La terapia psicológica desde la corriente Gestalt se ha establecido como un enfoque terapéutico efectivo y ampliamente utilizado para abordar diversos trastornos y promover el bienestar emocional. Según un artículo publicado en la revista Gestalt Review, esta corriente terapéutica se caracteriza por su enfoque holístico y su énfasis en la conciencia del momento presente.

En primer lugar, la terapia Gestalt se basa en la idea de que los individuos son seres integrales, con una interacción constante entre su mente, cuerpo y entorno.

A través de esta perspectiva holística, se busca explorar y comprender las emociones, pensamientos, sensaciones físicas y patrones de comportamiento de una persona, en su contexto único, además de enfatizar la importancia de la conciencia plena del momento presente, pues se alienta a los pacientes a prestar atención a sus experiencias internas y externas en el aquí y ahora, sin juzgar ni interpretar de inmediato por lo que este enfoque les permite conectarse más profundamente con sus emociones y pensamientos, además de tomar conciencia de los patrones que pueden estar afectando su bienestar.

Otra característica distintiva de la terapia Gestalt es su enfoque en la autorresponsabilidad, pues alienta a los pacientes a asumir la responsabilidad de sus propias experiencias y acciones, reconociendo que son los protagonistas de su propio crecimiento y cambio, lo que implica tomar conciencia de las elecciones que realizan y cómo estas elecciones influyen en su bienestar emocional.

La relación terapéutica es otro aspecto fundamental de la terapia Gestalt ya que los terapeutas gestálticos establecen una relación de confianza y apoyo con sus pacientes, creando un espacio seguro para la exploración y el crecimiento personal, lo que logran a través de la empatía, la autenticidad y la aceptación incondicional para que se fomente un ambiente propicio para la autoexploración y el cambio.

En la terapia Gestalt, se presta especial atención a los procesos y experiencias inacabadas.

Se reconoce que las personas pueden llevar consigo emociones y conflictos no resueltos del pasado, que influyen en su bienestar presente, a través de técnicas terapéuticas como la silla vacía y la dramatización, donde se invita a los pacientes a dar voz a estas partes no resueltas de sí mismos y trabajar hacia su integración.

La terapia Gestalt también enfatiza la importancia de la experimentación y la exploración creativa por medio de técnicas como la imaginación guiada, la expresión artística y el juego de roles es que se alienta a los pacientes a experimentar nuevas formas de ser y relacionarse con el mundo. Esto fomenta la expansión de su autoconocimiento y la adquisición de habilidades para afrontar desafíos emocionales.