“Para el diseñador, el ser libre y expresar sin ataduras sus mejores ideas a la hora de la creación de piezas de comunicación es importante y vital en lo que conlleva su labor”. La pandemia del COVID-19 crea un reto en cuanto a la constante y clara comunicación y la dinámica moral del equipo que conforman el desarrollo de un producto, pudiendo afectar de forma negativa o positiva en él.
Mateo Núñez Moreno comparte su experiencia como practicante de Diseño Gráfico del área de Marketing y Comunicaciones de la Fundación Cardioinfantil antes y durante la manifestación del COVID-19 con ejemplos de su planificación y anécdotas propias y de sus compañeros de trabajo.
Explica la imagen y rol del diseñador gráfico en su área, así como los requerimientos y la interacción con el cliente en cuanto a la formulación e intercambio de ideas, los cambios constantes y las vías de comunicación en las cuales el cliente exige resultados de manera rápida.
Compara la definición del diseñador gráfico contra el estereotipo del diseñador como: “dueños de la creatividad”, resultados constantes, ideas novedosas para cualquier aspecto y “romper con la tradicionalidad de la metodología” y la habilidad del proceso de soluciones a problemas con creatividad y técnica.
Describe el peso del trabajo bajo presión sobre la creatividad con conceptos como la creatividad de descubrimiento, la artística y la del humor, el desglose de la creatividad como la principal herramienta del diseñador y su relación con la presión y la participación del cliente en la demanda de ideas nuevas.
Con ejemplo de una guía de comunicación durante la pandemia de la Organización Panamericana de la Salud y la realidad de lo que el cliente en el área de su fundación solicita al final del producto, responde la importancia del producto final para los autores quienes lo desarrollaron con presión y demanda.